Es uno de los muchos temazos de Pink Floyd que me encantan (rollito "rock progresivo"), y más en este directo. Ese impresionante y profundo bajo, esa tensión inicial creada -que también utilizaba mucho Genesis- , esa percusión, efectos, David Gilmour en todo lo suyo... Y la impresionante puesta en escena -y más teniendo en cuenta que es del 1994-, acompañando el éxtasis final con pirotecnia y cerdito incluído :D
Como curiosidad, la interpretación que hicieron en el anfiteatro de las ruinas de Pompeya. Era otra época... más psicodélica:
Y como curiosidad sobre la curiosidad anterior... el detalle de cuando a Nick Mason se le va la baqueta a tomar por... y no atina a reemplazarla, en el minuto 4'30. Mola cuando se reengancha ;p
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